Un espejo plano es una superficie plana muy pulimentada que puede reflejar la luz que le llega con una capacidad reflectora de la intensidad de la luz incidente del 95% (o superior) .

Entedemos por espejo aquellas superficies que tienen la capacidad de reflejar una imagen de la realidad. Los espejos están siempre compuestos de vidrio, aunque la tonalidad y la nitidez de lo que reflejan puede variar dependiendo del tipo de vidrio. La reflexión en el vidrio se da a partir de leyes de la física que tienen que ver con la incidencia de la luz y la superficie en sí sobre la cual esta se refleja. Los espejos modernos consisten de una delgada capa de plata o aluminio depositado sobre una plancha de vidrio, la cual protege el metal y hace al espejo más duradero.

Además del espejo plano, existen otro tipo de espejos que están especialmente tratados para distorsionar la imagen o para generar centros de luz alternativos. Estos espejos pueden ser cóncavos o convexos, no planos, y tener formas muy diferentes uno de otro, además de sumar diversas formas de reflejar una imagen dependiendo del ancho, del alto, de su profundidad o de sus curvaturas.

Los espejos son esenciales en el diseño de interiores. Permiten el mejor uso de la luz permitiendo crear la impresión de un mayor espacio en una habitación. Los espejos  pueden utilizarse para compensar una carencia de espacio o profundidad además de para añadir luz a espacios pequeños y oscuros.

Un espejo de calidad superior, sobretodo en aplicaciones en zonas de alta humedad, es tres veces más resistente a la corrosión.